martes, 23 de junio de 2015

Hoy si que no es dulce.

Ni siquiera sé, como de costumbre, como manejar la situación. Pienso que lo controlo absolutamente todo, y puede que por milésimas lo consiga, siempre y cuando no implique sentimientos de por medio. Puedo con todo menos con los que quiero, inevitablemente ese es mi talón de "Aquiles". Soy una jodida sentimental, y me he pasado toda mi vida sirviendo a los que realmente creía que se lo merecían sin pedir nada a cambio, pero siento que me estoy cansando de ser la guarnición de un plato que jamás llevará mi nombre, por mucho que haga o luche.

No me equivoqué cuando pensaba que jamás harían eso por mi. Llámame rencorosa, o quizá susceptible, porque ni siquiera sé decirte si te equivocas, porque la verdad es que ni yo misma sé que sentimiento es el que me hace estar pensando esto por semanas. Comprendo que la cagué, pero también sé que no he matado a nadie, y que no me puedo pasar la vida entera soportando desplantes y mirando hacia otro lado cuando simplemente a ti se te antoje recordarme con tus miradas que ya no es lo mismo. No te necesito, y quizá esto es lo que me hace quererte por tantos años. Que no te necesito para vivir, pero si te quiero en mi vida. No confundamos conceptos.

Posiblemente crecí con la idea de que lo único que necesitaba para ser feliz era conservar unas amistades reales, con bases inquebrantable y murallas blindadas, pero resulta que nací mujer y además soy la persona más patosa que pisa esta isla. Quizá todo lo que yo he dado por esta amistad no fue suficiente o simplemente era innecesario pues nunca lo has valorado. Y no digo que me arrepienta, porque si lo hice es porque me salió del corazón. Y tampoco digo que lo vaya a dejar de hacer, porque lo pienso y no sé que sería de mi si apartara de mi persona mi propia esencia. Soy así y debo aceptarme aunque luego el resultado sea agridulce y acabe aquí desahogándome con personas que no entenderán de que hablo, pero para mi es necesario decirte de manera indirecta todo esto, pues al menos así no me sentiré culpable de haberlo hecho aunque tenga la razón.

Estoy cansada. 

Me pregunto si alguna vez en la vida llegará alguien a mi vida que trate de cuidarme sin atormentarme ni esperar nada a cambio, porque en ese momento yo no necesitaré que lo esperen para dar todo de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario