No puedo, ni quiero, dejar de besarte ni un segundo. Siento que tienes mi mundo en tus manos. Sobre mi recorre un escalofrío cuando estoy contigo. Devuelves las ganas de vivir hasta al más pobre siervo bajo el puente de Brooklyn.
Me pasaría la vida viéndote sonreír, es mejor que la primavera en pleno abril.
C.R.
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